miércoles, 2 de abril de 2025

Apuntes genealógicos de Villar de Cienfuegos (III): Genaro Álvarez y la “casa Landeta”.

 Enlace a publicación en La Nueva España 1/4/25Un personaje recordado en esta aldea quirosana es Genaro Álvarez Álvarez, fallecido un 5 de enero de 1896 y cuyo funeral (de “segunda clase”) ofició el párroco de Cienfuegos, Santiago Fernández, dos días después. Aquí tenemos otro caso más de apellido compuesto caído en el olvido, ya que Genaro provenía de los Álvarez-Cienfuegos tanto por rama paterna como materna, por lo que es posible que sus mismos progenitores fueran parientes entre sí.

Su padre fue Juan-Damián Álvarez-Cienfuegos, que curiosamente falleció pocos años antes, el 29/8/1889, a los 83 años. Este Damián debía tener cierto capital, porque en el “Boletín Oficial de la Provincia” del 20/2/1865 figura como uno de los contribuyentes obligados por la Hacienda Pública a abonar el “impuesto hipotecario” para inscribir bienes en el Registro de la Propiedad. Los abuelos paternos de Genaro fueron Francisco Álvarez e Isabel Álvarez, de quienes no tenemos más datos, aparte de sus nombres.

De la madre de Genaro, Francisca Álvarez-Cienfuegos, no encontramos fechas de nacimiento ni defunción, aunque su cónyuge Juan-Damián ya era viudo al fallecer. Aparte de nuestro protagonista de hoy, tuvieron otro hijo, Melchor, que murió muy joven, el 23/8/1862, “al caer sobre él un golpe de tierra”, tal y como dice el libro de difuntos de los años 1859-1904.

Genaro debió nacer en una casa situada “a lo fondero” del pueblo, que fue destruida en el trágico incendio de febrero de 1899. Esta vivienda hacía medianera con otra que conocimos bien hasta su demolición hacia 1993, la casa de “tía Felipa”. En el inventario de bienes del famoso terrateniente Bernardo Terrero, que pudimos consultar gracias a la amabilidad de Alba, responsable del Museo Etnográfico de Quirós, se describe una casa propiedad de los hermanos Esteban, Eulalia y María Prieto, la cual lindaba al Norte con la de Eduardo Prada (marido de Felipa) y al Sur con la de Genaro Álvarez (o de Juan-Damián). Por tanto, eran al menos tres casas adosadas: la de “tía Felipa”, la de los hermanos Prieto y la de Juan-Damián, que heredó su hijo Genaro.

El 4/3/1867 contraen matrimonio en San Esteban de Cienfuegos Genaro e Isabel Álvarez García (1843-1917), hija de Juan Álvarez-Cienfuegos (1805-1877) y de María García (1816-1875) y nieta por parte de padre de Juan Álvarez y Antonia Álvarez y por el lado materno de Francisco García e Isabel Álvarez Quirós, ésta natural del cercano lugar de Santa Marina. Por cierto, esta Isabel Quirós, ya viuda, aparece en el inventario de bienes de Bernardo Terrero (1888) como propietaria de una finca colindante con la tierra de “Panxubil”.

La pareja tuvo seis hijos: Melchor (11/2/1868), Ludivina (19/8/1870), Francisco (23/3/1873), Prudencia (4/4/1876), Juan (1/5/1879) y María (9/9/1884). Quizás el tener una parentela tan extensa fue lo que animó a Genaro a construir una gran casa (con amplio corredor al Sur y al Poniente, cuadras y pajar) terminada en 1892 según la inscripción grabada en el dintel de la puerta, conocida por el curioso nombre de “Landeta” (asturiano) o “La Andeta” (castellanizado). Desconocemos el origen de este término. “Landeta” es un apellido vizcaíno que aparece en Luarca y alrededores, probablemente por marineros vascos establecidos en esa zona, pero no tiene ninguna relación con el concejo de Quirós. Dejamos la incógnita para el día que aparezca algún documento, o alguien más sabio, que nos lo aclare.

En el “Boletín Oficial de la Provincia” de 8/5/1894 vemos la designación de Genaro Álvarez como “supernumerario” (suplente) en el tribunal del Jurado, pero no sabemos si al pobre hombre le cayó la desgracia de tener que bajar hasta la Pola para participar en alguna diligencia judicial. En todo caso, dos años más tarde el hombre pasó a mejor (o peor, según se mire) vida, librándose de contemplar su querido Villar destruido por el fuego, aunque seguramente le habría alegrado ver que su casa de “Landeta” sería la única que sobrevivió a las llamas, hasta el día de hoy.

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