martes, 6 de diciembre de 2011

In memoriam

Mi tía abuela Marina. Manolo "El Cano". Jorge y su mujer Melia. Venancio y Sabel. Melquiades y Mari Nieves. Leoncio y su madre Ángeles. Ubensia. Salvador, Piedad y Delia. Jose el de Enedina. Clementina y Manolo. Mador el de Manuela. Serafín y Sofía. Gloria y Fernando. Aida. Celedonio. "Tensión" y Celia. Y alguno o alguna más que se me olvida... Seguro que sabrán perdonar mi descuido.
Gentes que conocí poblando la aldea, que me encontré por los caminos, que saludé, que compartieron historias conmigo y que irremediablemente, a veces incluso prematuramente, se fueron para siempre. Pero aún hoy, si cierro los ojos, podría imaginarlos perfectamente en los rincones que habitaron.

martes, 12 de abril de 2011

De fiesta en el "Cordero"

Aquí tenemos algunos parientes de Vil.lar, varios de ellos ya desaparecidos, en la "Fiesta del Cordero" a mediados o finales de los años sesenta. 
De izquierda a derecha: Victorino, Luis, Manolo (+), Elvira, Susana, Rosalía, Estrella (+), Agripina, Carmina, Clementina (+) y Venerando (+).
De izquierda a derecha: Enrique, Luis (con sombrero), desconocido, Avelino, Luis (con sombrero) y Eloy (+).
De izquierda a derecha: Luis, ¿?, ¿?, Guillermo (en el centro), ¿?, ¿?, Alberto (+).

viernes, 7 de enero de 2011

Una imagen en paradero desconocido

Esta es la única fotografía que he podido localizar, gracias a la amable colaboración de una vecina de Villar, de la desaparecida imagen de Santa Lucía que presidió durante mucho tiempo el retablo mayor de la parroquial de Cienfuegos. Se trataba de una pequeña efigie que representa a Santa Lucía de Siracusa (¿283-304 D.C.?) cuyos rasgos denotaban un posible origen medieval, tratándose sin duda de una de las imágenes más antiguas del templo. En una mano portaba la palma, símbolo del martirio, y en la otra un pequeño plato con dos ojos, alusión a su martirio y al carácter de "abogada de la vista".
En fecha indeterminada, allá por los años sesenta del pasado siglo, desapareció de la iglesia, dicen que a instancias del entonces párroco que la sacó del concejo clandestinamente para su venta. Muchos vecinos lamentaron su pérdida y aún hoy la recuerdan con añoranza.